miércoles, 21 de septiembre de 2016

La balsa de Ulises. Obra teatral breve



La balsa de Ulises
Los chicos saben que deben apurar las cosas si quieren que la obrita de teatro esté lista para la semana próxima. Se anotaron en los Juegos Evita de Teatro, y ahora tienen que cumplir… Si fuera sólo eso, no habría problema, pero en dos días tendrán, además, tres evaluaciones. No es fácil. Todavía no se acostumbraron a estudiar la letra, no tienen idea de cómo actuar, cómo moverse en escena. Sin embargo, aunque todavía no lo sepan, también esta aventura teatral será un modo más que efectivo de estudiar para las pruebas…







La balsa de Ulises


Dos chicas y dos chicos sobre el escenario.
Agustina
Pasemos la letra, después nos fijamos cómo nos paramos en escena.
Joaquín
Miren que no podemos improvisar, hay que seguir el guión.
Agustina
Sí, pero primero tenemos que concentrarnos en la letra y después vemos lo del espacio. Empezás vos, Cata.
Cata (Atenea)
Hermes, te he convocado porque debes cumplir una misión. Mi padre Zeus y yo misma, Atenea, te ordenamos que te presentes ante la ninfa Calipso, que tiene cautivo al gran guerrero Ulises. Debes revelarle nuestro pedido de que la libere. El hombre lleva más de una década y un lustro fuera de su Patria y es hora de que regrese.
Santi (Hermes)
(Desparramado sobre el piso o una silla) ¿Y por qué tengo que ir yo? ¡Decíselo vos! ¿No sos una diosa?
(Todos se ríen)
Sí… con esa remerita sí que sos una diosa…
(Carcajadas de nuevo)
Cata
¡Basta! Dejá de decir pavadas, Santiago, y leé lo que dice Hermes.
Santi (Hermes)
A mí conviene esta empresa, porque soy el mensajero de los dioses. De inmediato, Atenea, me encamino hacia Ogigia, la isla de Calipso. (Hace gesto gracioso de salir volando)
Cata
Ahora vas vos, Agus…
Santi
¿Adónde vas? Ah, si ella se va, yo también me voy… ¿Vamos, Joaco, a tomar unas cervecitas?
Cata
¡Te ponés pesado!
Agustina
Pará, Santi, que se va a enojar…
Joaquín
Con esta técnica no la vas a conquistar nunca…
Santi
¿Vos decís? Yo creo que Cata ya me ama, ¿no, caramelito de miel?
(Risotadas. Cata se muerde el labio y resopla)
Cata
Me estás cansando, nene. Yo tengo mil cosas para hacer. Terminemos esto ya.
Santi
¿Querés terminar con lo nuestro? ¡Si todavía no empezó!
Cata
Joaquín, le podés decir que deje de fastidiarme?
Joaquín
Sí, se va a portar bien, ¿no Santi? Dale, sigamos.
Agustina
Sí, ahí viene la escena entre Hermes y Calipso. Me toca a mí. (Cambia de voz y de entonación)
¿A qué debo la visita de un dios que habita en las cumbres del Olimpo?
Santiago
(Ridículamente solemne) Calipso, Zeus sempiterno y Atenea te ordenan que liberes a Ulises. Pero también te advierten que te está prohibido proveerle nave alguna. Si ha de salir de esta isla, será por obra de sus manos. Él mismo debe construir la nave que lo alejará de aquí.
Agustina
¿Es preciso que lo deje ir? ¿Acaso Zeus no conoce cuánto lo amo y cuán bien lo cuidé todo este tiempo? ¡Le di todo lo que un hombre desearía!
Santiago
¿Todo? No, no le has dado todo. Pero no seré yo quien te revele qué podría faltarle, porque esta vez Zeus no perdonará tu desobediencia.  ¡Cumple su orden! (Cambia el tono) Dice “desaparece” ¿Cómo carajo hago para desaparecer?
(Risas)
Cata
Salís, y nos hacés un favor.
Agustina
Nada, te vas. También podríamos conseguir una máquina de humo. Y tiramos una cortina de humo para que no se vea cómo te vas.
Santiago
Me parece que estás mirando muchas películas vos… (se ríe)
Cata
Sí, existe, tonto. En el colegio hay una…¿Podemos seguir? ¡Te toca a vos, Joaquín!
Joaquín
¿A mí? ¡Paren, yo no me sé nada!
Agustina
Bueno, si no te acordás la letra, leé. Nadie pretende que seamos actores profesionales.
Santiago
Obvio, leéla, después vemos si te lo podés acordar.
(Joaquín duda. Tarda unos segundos en reaccionar)
Cata
Dale, apúrense, que yo tengo que estudiar…
Agustina
¡Todos tenemos que estudiar!
Cata
¡Mal! Son tres pruebas en dos días…
Joaquín
¿De quién hacía yo?
Agustina
¡Sos el protagonista, Joaco! ¿Cómo se llama la obra?
Joaquín
¿La balsa de Ulises?
Agustina y Cata
(juntas) ¡Sí!
Joaquín
Ok, ya está, entendí. ¿Yo hago de Ulises, no?
Cata
(Con cara de fastidio) ¡Sí! y Agus de Calipso. Yo de Atenea, y él (señalando a Santiago), de Hermes.
Tenés que entrar haciendo de Ulises, sentarte como si estuvieras en una playa mirando el mar, y pensando…
Joaquín ( como Ulises)
(Obedece las instrucciones y bien sobreactuado y solemne) ¿Dónde estarás, mi querida Penélope? ¿Me habrás olvidado después de tantos años de ausencia? ¿Qué será de nuestro hijo?... Ay, Ítaca mía, patria que me vio nacer y donde quiero ir a morir… (Suspira)

(Aparece Agustina, que es Calipso, en escena. Se detiene de pie a su espalda)
Agustina (Calipso)
Adorado Ulises, tienes que saber que los dioses me ordenaron liberarte. Pero es tan desgarrador el pedido que no me resignaré a cumplirlo sin ofrecerte antes lo mejor, lo más precioso que puedo darte. Eres un mortal, y yo una diosa. Puedo darte lo que quieras. Y, ¿qué puede desear más un mortal que su vida eterna? ¡No morir! Eso mismo te concederé si permaneces aquí en Ogigia, conmigo. ¡Vivirás para siempre, querido mío!
Joaquín (Ulises)
Calipso, has sido tan generosa conmigo… Y me haces una oferta tan difícil de rechazar… pero aunque la muerte me angustia, como a todo hombre, y quisiera ser inmortal, no puedo aceptar tu obsequio. Más que la muerte deseo volver a ver la tierra de mis padres. Sí, ¡mi Patria! ¡Prefiero morir antes que renunciar a pelear por ella!
(Santiago comienza a cantar estridente, interrumpiendo la representación)
Santiago
¡Oh, juremos con gloria a morir, oh juremos con gloria a morir, chan chan chan chan chan chan…
chan chan!
Agustina
¿Qué hacés?
Santiago
Nada, (se ríe) Es que me hizo acordar al Himno eso de preferir morir antes que renunciar a la Patria: oh, juremos con gloria a morir… Y recién entiendo qué significa… Mejor libres y en riesgo de morir, que vivos y esclavos.
Cata
¿Sos tonto, Santiago? ¡Tenemos que terminar porque hay prueba mañana! Dejá de hinchar…
Joaquín
No lo reten. Tiene que ver con el tema que tenemos que estudiar. En Historia, la unidad es justo la Declaración de la Independencia.
Cata
¿Eh? ¿Y qué tiene que ver con la independencia la representación que estamos armando?
Joaquín
¡Tiene que ver! ¿No la leíste? Sigamos ensayando y vas a ver que sí tiene que ver. (Le guiña el ojo a Santiago)Dale, Agus, seguí con tu parlamento.
Agustina (Calipso)
(Llorando) ¿Te irás, entonces? ¿Me abandonarás?
Joaquín (Ulises)
No te abandonaré, seguiré mi destino, el camino que los dioses pensaron para mí. Ellos me han hecho libre y mi corazón no estará en calma hasta que lo sea.
Agustina (Calipso)
Aunque me destruya tu decisión, debo decirte algo: sólo podrás hacerte verdaderamente libre si logras construir tú mismo tu vehículo de libertad. Tienes que edificar tu balsa para salir de aquí.
Santiago
(Interrumpiendo) Momento, y de Ciudadanía ¿qué entra?
Cata
Pará, ¿qué te pasa? ¿Qué parte no entendés de que tenemos que terminar de ensayar? ¡Dejá de interrumpir, chabón!
Agustina
Entra lo de los tres poderes. El Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Eso de que deben ser independientes entre sí y regularse mutuamente. Ninguno debe estar por encima de los demás…
Joaquín
Ja, ¡tiene razón! ¡Todo tiene que ver con todo! “Los poderes tienen que ser independientes”… jajaja
Cata
(Se muerde los labios, mira a Agustina) ¿Qué les pasa a estos dos?
Santiago
(Ya en tono de sorna) Tal cual, todo tiene que ver con todo… Como dice la de Geografía, “hay que aprender a relacionar lo que aprendemos”. Mirá… Tenemos que relacionar la partida de Ulises desde la isla de Calipso, con la Declaración de Independencia y lo de los tres Poderes…
Cata
¡Basta! ¡Me parece que me voy!
Joaquín
No, no te vayas. Bancá un rato. Tiene razón Santi. No es tan difícil relacionar una cosa con otra. Relajate, pensá que esto puede ser un modo de estudiar…
(Santiago suelta una carcajada)
Cata
Déjense de hinchar.
Joaquín
No estamos jodiendo, intentalo. Es como una forma de estudiarlo (se ríe burlón)
Agustina
En serio podríamos estudiarlo mientras ensayamos… Lo de los poderes y la Declaración de Independencia es fácil… Cuando se firmó la Declaración, seguro comenzaron a discutir cómo hacer para organizar el Estado y llegaron a la conclusión de que para que funcionara sin excesos debía haber tres Poderes. Cada uno independiente de los demás, tiene que regular a los otros dos para que nadie se exceda en el ejercicio del poder.
Cata
Bueno, sigamos… Vas vos, Agus…
Agustina (Calipso)
¿Lo digo de nuevo?
Joaquín
Dale.
Agustina
Aunque me destruya tu decisión, debo decirte algo: sólo podrás hacerte verdaderamente libre si logras construir tú mismo tu vehículo de libertad. Tienes que edificar tu balsa para salir de aquí.
Joaquín
¡Na! ¡Ya sé cómo relacionar esto! ¡Escuchen!
Un pueblo puede firmar su Declaración de Independencia y sentir que es libre. Sin embargo, la verdadera independencia se logra cuando se construyen las armas, las herramientas de libertad, la balsa de Ulises. Y lo de los tres poderes es así… Está el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Y tienen que ser independientes. Si no funcionan los tres por separado y cada uno regulando a los demás, entonces la sociedad vuelve a ser esclava. Quizá no de otro país. Pero sí de un dictador, por ejemplo…
Santiago
¡Qué maestro, Joaco! (A Catalina) LTA, Cata. Ahí tenés cómo se puede relacionar todo, como dice Susana. (A Joaquín) ¿Cómo se te ocurrió, master?
Joaquín
Porque mi abuelo siempre me dice que la libertad se gana, no se recibe de otro, se conquista. Y si Ulises necesitaba ganársela construyendo la nave con la que transitaría los mares hasta Ítaca, cualquiera que quiera ser independiente también debe tener que construir su propia nave.
Santiago
¿Y adónde va esta nave en la que estamos todos los que estudiamos Ciudadanía? (Riéndose)
Cata
¿Los que estudiamos? ¿O los que tenemos que rendir Ciudadanía? A vos no te veo estudiar…
Agustina
Yo creo que todos los que estamos en esta nave que se llama Argentina vamos al mismo lugar que Ulises. A la Patria soñada, a la Patria justa… Si la nave es como la pensaron los que firmaron la Declaración, si es un arma de independencia, vamos bien…
Cata
(Indignada, se pone la campera, se cuelga la mochila) Bueno, cuando terminen de “relacionar” la Biblia con el calefón y se decidan a ensayar, me llaman. Besis, (Sale)
(Los otros tres se ríen. Fin)