El sentido se me escurre
en mínimas penas.
Los dolores no endurecen mi madera
con el paso de los años.
Cada vez más frágil,
me voy cansando.
Mi resina se derrite...
Más pierdo,
más me ablando.
Disolverme, hacerme agua
es mi única promesa...
Algún día iré a ti.
A derramarme,
agua y sangre
en tus arenas...